A principios del siglo XX algunos metalurgistas descubrieron que adicionando poco más de 10% de cromo al acero, éste no presentaba herrumbre bajo condiciones normales; la razón de ello es que el cromo suele unirse primeramente con el oxígeno del aire para formar una delgada película transparente de óxido de cromo sobre la superficie del acero y excluye la oxidación adicional del acero inoxidable. Esta película se llama capa pasiva. En el caso de que ocurra daño mecánico o químico, esta película es auto reparable en presencia de oxígeno.
El acero inoxidable es fundamentalmente un acero de bajo carbono, el cual contiene como mínimo un aproximado 10.5% de cromo en peso, lo que le hace un material resistente a la corrosión.
La creación del acero inoxidable inicia con la fusión de hierro y chatarra y ferro-aleaciones de acuerdo al grado de acero inoxidable a preparar, continua con la refinación del acero para deshacerse de impurezas y disminuir el contenido de carbono seguido el acero líquido se filtra en continuo se corta en planchones y se crean los rollos rolados en caliente. El proceso termina con el molino de laminación en frío, recocido y limpieza.
El acero inoxidable es clasificado en cinco familias diferentes; cuatro de ellas corresponden a las particulares estructuras cristalinas formadas en la aleación: austenita, ferrita, martensita y dúplex (austenita mas ferrita); mientras que la quinta son las aleaciones endurecidas por precipitación, que están basadas más en el tipo de tratamiento térmico usado que en la estructura cristalina.
ACEROS INOXIDABLES AUSTENÍTICOS
Los aceros inoxidables austeníticos constituyen la familia con el mayor número de aleaciones disponibles, integra las series 200 y 300 AISI. Su popularidad se debe a su excelente formabilidad y superior resistencia a la corrosión. Sus características son las siguientes: excelente resistencia a la corrosión, endurecidos por trabajo en frío y no por tratamiento térmico, excelente soldabilidad, excelente factor de higiene y limpieza, formado sencillo y de fácil transformación. Tienen la habilidad de ser funcionales en temperaturas extremas, son no magnéticos.
Los Austeníticos se obtienen adicionando elementos formadores de austenita, tales como níquel, manganeso y nitrógeno. El contenido de cromo generalmente varía del 16 al 26% y su contenido de carbono es del rango de 0.03 al 0.08%.